
En uno de nuestro último viaje a Chile, en el que recorrimos la Carretera Austral, visitamos la población de Caleta Tortel.
Nuestra llegada fue algo sorpresiva, ya que es una localidad donde no hay calles. Todo son pasarelas que conectan unas viviendas con otras, subiendo y bajando, lo que hace del pueblo una localidad única.

Caleta Tortel es un pueblo de Chile, casi al final de los más de 1.200 kms. que tiene la Carretera Austral. Ubicado entre la desembocadura del río Baker, el río más grande de Chile y un pequeño embalse del Canal Baker. En plena Región de Aysén en la Patagonia chilena.
Vamos a empezar …
Por qué lo que os queremos comentar en este artículo, es uno de los lugares mas aislados, con muchísima historia y con un gran valor cultural, «La Isla de los Muertos.»

Nos vamos a remontar a hace un poco más de un siglo. En aquellos años, y justo en esa zona, se necesitaba facilitar el movimiento de mercancías, como carne y lana, desde la costa del pacífico, más exactamente en la Región de Aysen, justo donde el Río Baker (del lado chileno), con la provincia de Chubut (en Argentina). La idea era construir caminos y sendas que lo permitieran.
Con éste fin, la entonces existente «Compañía Explotadora del Baker», toma el mando del proyecto. En su emplazamiento, cercano a la actual población de Caleta Tortel, necesitaba crear una infraestructura que le permitiera realizar dicha función, y antes del inicio de todo, necesitaba contar con almacenes, establos, corrales, etc., donde poder guardar todo lo necesario para dicho emprendimiento, como herramientas, alimentos, etc..
Debido a esta necesidad, su prioridad fue buscar trabajadores para dicha operación. Los elegidos fueron, pobladores del archipiélago de Chiloé, que siempre fueron grandes trabajadores. Ya se les conoce sus colaboraciones, en todas las estancias que fueron creciendo en la Patagonia, tanto del lado chileno como argentino, desde mediados del siglo XIX. El número exacto de trabajadores no lo conocemos. Si hay registros, en relación, a que viajaron a bordo del Vapor Dalcahue. (nombre mapuche, qué significa, lugar de barcas).
Y aqui comienza el misterio de la «Isla de los Muerto».

La Isla de Los Muertos se encuentra en el río Baker, ubicada a 3 kilómetros de Caleta Tortel, con una superficie de unos 39 hectáreas y su cementerio ocupa alrededor de 250 m2.
Por alguna causa que hasta la fecha nadie a podido aclarar, esos trabajadores chilotas no pudieron sobrellevar el duro invierno de la Patagonia. Quizás escasearon los alimentos y las embarcaciones con las provisiones no llegaron, lo que además pudo haber traído enfermedades como el escorbuto.
Entre las dos teorías que se barajan están;
Una de esas teorías es;
Sobre inicios del siglo XX, la empresa forestal Compañía Explotadora del Baker, entró en quiebra. Para no pagarle a sus trabajadores e incurrir en más gastos, posiblemente envenenó los alimentos de los trabajadores chilotas, por lo que estos murieron.
Y la segunda teoría es;
La embarcación que debía ir a buscar a los trabajadores a la Isla naufragó. Si a esto le sumamos que la empresa estaba en quiebra, posiblemente no hizo mayores esfuerzos por ir a buscar a los trabajadores. Esto trabajadores se quedaron en el lugar y tuvieron que pasar el invierno allí. Como el clima era adverso, empezaron a morir de manera paulatina por diversas causas, ya sea por el frío, de hambre, por enfermedades, por nombrar algunas situaciones.

Lo que sí dejaron, como testimonio en su día los supervivientes, es que un día amanecieron y se encontraron que 7 trabajadores muertos, los que fueron enterrados en la isla. Pero aquello fue en aumento y se volvió más grave, aconteciendo en un sólo día el fallecimiento de 28 obreros. Desde ese momento, las tumbas solo pasaron a marcarse con una simple cruz de ciprés, olvidándose de los nombres.
Todo terminó pasado un año, cuando un barco recaló en la isla y el panorama que se encontró fue desolador, de desnutrición y afecciones corporales. Los pocos supervivientes fueron llevados de vuelta a Chiloé, aunque muchos de ellos perecieron en el camino y fueron enterrados en localidades cercanas.
El lamentable final, fue, que sesenta de los trabajadores chilotas, murieron. En la actualidad, antes de la intervención del gobierno chileno, lo único que se encontró, fueron aproximadamente treinta cruces, realizadas con madera de los cipreses de las Guaitecas. Esto hizo que el lugar donde se les encontró se le llame «Isla de los Muertos».

En la actualidad y debido al valor patrimonial, el Gobierno de Chile, declara en el año 2001, Monumento Histórico Nacional. Se ha realizado una gran restauración, con un proyecto que lo protege, y sobretodo da la oportunidad a todos, el conocer, desde una manera autónoma el lugar, cuando lo visitas.
El natural avance de la vegetación de tipo selva fría, compuesta por coigues, ciruelilos, helechos, arbustos de calafate, nalcas, musgos, hongos, cadillos y otros, ha contribuido a cubrir el lugar con un halo de misterio mayor.
Os invitamos a visitarla cuando recorráis la Carretera Austral. Desde Caleta Tortel, navegando durante 15 minutos llegareis y como su clima imperante es bastante lluvioso, comprobareis lo que os comentaba anteriormente, ese halo misterioso y único..
Si quieres saber más sobre La Isla de los Muertos y Caleta Tortel en Chile, puedes contar con nosotros, envíanos un carta de deseos, y veremos que podemos preparar para ti: hola@viajescaucau.com
Ines | 20 abril, 2020 a las 22:03 |
Lo encuentro delo más motivador y diferente a todo lo que haya visitado, por tanto habrá que ir. Me encantó!
Mariana | 21 abril, 2020 a las 10:57 |
Estoy totalmente de acuerdo contigo Inés!
Hay lugares escondidos, que son mágicos y únicos.
Cuando todo esto pase, podemos ayudarte a organizar una experiencia totalmente a tu medida.
Gracias por quedarte en casa y cuidarte!
Un abrazo, Mariana
monica | 19 junio, 2020 a las 9:23 |
Qué curioso, y también dramático. Gracias por compartirlo!
Mariana | 22 junio, 2020 a las 8:15 |
Gracias a ti por leerlo y compartirlo!
Si la verdad que hay historias que son duras y muchas veces incomprensibles.
Un abrazo y te invito a seguir leyendo mi blog.
Mariana